En Francia 65.473.140 de personas viven en Francia con una densidad de 93,59 hab./km². Alrededor del 75% vive en núcleos urbanos.

Más del 90% de la población ha nacido dentro del país. Su tasa de crecimiento es muy baja, sobre el 0,6% anual, y tiene un saldo migratorio de 1,5‰. La tasa de natalidad está entorno al 13‰, lo que da una tasa de fecundidad de casi dos hijos por mujer, lo que está en el límite del reemplazo generacional. La mortalidad es muy baja, (8,5‰), y, como país desarrollado, la tasa de mortalidad infantil es aún más baja, sobre el 3,4‰. Con estos datos la esperanza de vida al nacimiento es de más de 80 años.

 

La población se distribuye irregularmente por el territorio francés. Cuenta con grandes extensiones rurales de densidades por debajo de los 25 h/km², y regiones industrializadas por encima de los 500 h/km². Las regiones más densamente pobladas son desde París hasta el puerto de Le Havre y Ruoen, las regiones de Alsacia y Lorena, la región de Lyon a Saint-Étienne, y la región de Marsella, esta ligada al turismo. Las regiones menos pobladas son la zona interior de la cuenca de París, el macizo Central, la cuenca de Aquitania y las regiones montañosas de los Pirineos y los Alpes.

Las migraciones han sido muy importantes en la definición de las características de la población francesa. Francia a sido, desde el siglo XIX, un país de acogida , especialmente de italianos, belgas, polacos, españoles y portugueses. 

 

PIRÁMIDE

La pirámide de Francia representa la estructura demográfica de una sociedad europea avanzada. La pirámide dejó de ser progresiva en la Segunda Guerra Mundial (1939-45), aunque en los primeros años de la posguerra mostró un fuerte crecimiento, será la llegada de inmigrantes extranjeros (para la reconstrucción tras la guerra) y la adopción de apoyos (subvenciones según el número de hijos, medidas de apoyo a la familia para poder conciliar trabajo y atención a los hijos, política de creación de guarderías, etc.) la que permitirá que desde esos años haya una TBN relativamente alta (más de un 13 ‰ en la actualidad) y que, con algunos altibajos, se mantenga relativamente estable. El resultado es una población envejecida, aunque menos que la de España, pero muy estable, con un Número de Hijos por Mujer que roza el 2.